Y es que, aunque no queramos reconocerlo, este curso nos ha costado. No sé si será por el cambio que hay de la ESO a Bachiller, o por el agobio que te entra al pensar que desde el primer examen que haces ya está contando para selectividad, y sí, lo he dicho, SELECTIVIDAD, palabra odiada por todos, que aunque queramos evitar siempre acaba saliendo por una cosa o por otra.
Parece mentira... hace ya nueve meses que entramos en este odiado curso, parece que fue ayer cuando entré por primera vez en aquella clase en la que no se cabía ya que estaba atestada de gente. Con muchas caras nuevas a las que con el tiempo se les va cogiendo mucho cariño, y es que eso es lo más bonito de este curso, las amistades que se han formado. Gente a la que ni conocía de vista que ahora son muy importantes en mi vida.
Y si nos ponemos a pensar, son muchos los momentos vividos entre esas cuatro paredes, las peleas por las fechas de los exámenes, los nervios anteriores a los exámenes de filosofía de la profesora más feliz de todas, los bocadillos de Manué de antes de los exámenes de física, las grandes risas gracias a los buenos chistes de Juan Ramón... porque aunque no lo creamos, este curso ha dado para mucho.
Y la verdad, que ya será por la edad, pero este es el curso que aunque ha sido el más difícil y el que más agobiada me ha hecho estar, también ha sido el que más ligero se me ha pasado.
Y como mi curso se medía en el número de exámenes de física, tras haber hecho los ocho exámenes endemoniados al fin llegó LA LIBERTAD.
Ahora llega la época de dormir, de estar todo el día en la piscina o en la playa, de estar con tus amigos, de salir de fiesta... ahora llega la época más deseada por cualquier alumno de cualquier centro del mundo, y lo mejor de todo es que este verano tiene que ser aprovechado sí o sí, ya que es el verano previo a 2º de bachillerato, pero bueno, obviad esa última parte y pensad en todas las fiestas que nos quedan de aquí a septiembre, en todos los días de playas que nos quedan y en lo a gusto que se está en la cama a las 11 de la mañana.
Por mi parte, estoy segura de que va a ser un verano muy aprovechado, lleno de días de playa en Rota y de días con mis amigos. Tampoco hay que olvidar ese esperado 7 de julio, día que me voy a Granada una semana con un grupo bilingüe. Y mientras más pienso que el curso que viene será el curso más duro de mi vida, más ganas me entran de verano, así que dejo esto ya y me voy a la piscina. Os dejo aquí una canción para que os entre las mismas ganas de fiesta que tengo yo ahora. HASTA OTRA :)
